LOS 15 PEORES ESTRENOS DE 2014

2014 ha sido un año, en general, de cine tirando a malo. Por ello, la lista de mejores estrenos solo llega a diez, y esta de peores alcanza hasta quince, más dos no-estrenos (con Under the skin hago un poco de trampa porque solo se ha estrenado en Sitges). Y como continúa en este blog el boicot al cine español subvencionado, hay dos películas de esta categoría que me siento muy orgulloso de despellejar.

15. UNA VIDA EN TRES DÍAS, de Jason Reitman. Sin haber visto aún Hombres, mujeres y niños, este melodrama ñoño en franca disonancia con las anteriores películas de su autor nos rompió los esquemas a los que hasta entonces habíamos sido fans de Reitman. Por suerte, se nos olvidó más o menos en una semana.

14. PERDIDA, de David Fincher. Pues qué queréis que os diga, otra “fincherada” más. En favor del megalómano y sobrevalorado director hay que decir que jamás aburre; por desgracia, todo huele demasiado a mera tomadura de pelo. El desenlace avergonzaría a todas las femmes fatales que en la Historia del Cine han sido.

13. OJALÁ ESTUVIERA AQUÍ, de Zach Braff. El simpático actor protagonista de la serie Scrubs, que deslumbró con su primera película Algo en común, se estrella con esta historia sobre un actor en plena crisis laboral y personal. Ampulosa y pretendidamente conmovedora. Se salva Kate Hudson.

12. ORÍGENES, de Mike Cahill. Esta decepción me duele especialmente, porque hasta ahora adoraba al tándem Cahill-Brit Marling, pero como poco se ha pasado de pretensiones con Orígenes. No sé si es peor que trate de hacernos creer en la reencarnación o en que Marling, de 32 años, puede interpretar a una estudiante de primero de carrera. Una estupidez muy bien disfrazada, pero una estupidez al fin y al cabo.

11. MAGICAL GIRL, de Carlos Vermut. (Sin enlace). Pedro Almódovar, que consigue mantenerse «en el candelabro» gracias a sus boutades verbales, afirmó que esta película suponía la mayor revelación del cine español en lo que llevamos de milenio. Sin embargo, no puedo encontrar nada mínimamente disfrutable ni provechoso en este filme desabrido y de argumento rebuscadísimo, con un guión lleno de arbitrariedades y una realización plana. Pero igual Almodóvar tiene razón: en el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

10. NO HAY DOS SIN TRES, de Nick Cassavetes. No sé si he insistido por aquí suficientemente en esto, pero uno de los peores pecados que se le pueden achacar a una comedia es que comience de modo prometedor y más o menos en su nudo caiga en picado. En cuanto hace su aparición el personaje de Kate Upton, de hecho. Una pena, porque Cameron Díaz y Leslie Mann poseen auténtica química y le podrían haber sacado partido con un guión superior.

9. SEX TAPE, de Jake Kasdan. Repite Cameron Díaz como más adelante lo hará Johansson. Y repiten los hijos de notables realizadores. Que 2014 no ha sido un buen año para la comedia americana lo ejemplifica esta Sex Tape, que va de gamberra careciendo por completo de vitriolo, que da la impresión de corto alargado y que, en suma, no hace demasiada gracia y pilla a Díaz y a Segel un tanto sosainas.

8. AMIGOS DE MÁS, de Michael Dowse. El protagonista de la saga Harry Potter y la habitual de estas listas de lo peor del año Zoe Kazan pelando la pava y casi siempre haciendo o diciendo despropósitos en esta comedia romántica que llega a exasperante y que hace abominar del romance juvenil.

7. DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS, de Peter y Bobby Farrelly. Parecía que los hermanos Farrelly remontaban con Los tres chiflados, y de pronto se sacan de la manga esta secuela tardía, anacrónica y que a menudo da vergüenza ajena. Apenas provoca un par de sonrisas en todo su metraje. Menos mal que nos ha descubierto a la preciosa Rachel Melvin, que se merece películas mejores que esta y Zombeavers.

6. BIG BAD WOLVES, de Aharon Keshales y Navot Papushado. Y si Magical Girl venía avalada por Almodóvar, esta por Tarantino nada menos. Celuloide desorientado en su discurso, amalgamando géneros como quien hace un potaje de garbanzos, gominolas y salsa tártara y, si se me permite, moralmente repudiable. Vamos, que para aguantarla hay que ser Tarantino nada menos.

5. UNDER THE SKIN, de Jonathan Glazer. La película que contiene el famoso desnudo integral de Scarlett Johansson es una pieza de ciencia-ficción de las que se pretende novedosa y rompedora pero se queda en desatinada y soporífera. Sorprende y desconcierta, pero para mal. Johansson ayuda muy poco a hacer digerible el engendro.

4. HERMOSA JUVENTUD, de Jaime Rosales. La ramplonería y la cutrez del cine social hechas virtudes según los críticos de cine. Fea, mal rodada, que se hace eterna en sus 100 minutos y que redunda en verdades de Perogrullo. El final resulta más fácil de adivinar que el de un sketch de los Teletubbies.

3. FILTH EL SUCIO, de Jon S. Baird. ¿Y qué pasa si a la adaptación a la pantalla grande de una novela de Irvine Welsh se le añaden toneladas de moralina pro-familia y anti-drogas? Mi consejo es que ni os molestéis en averiguarlo. El personaje principal se nos presenta tirándose un pedo. A partir de ahí, y como es lógico, todo apesta.

2. MI OTRO YO, de Isabel Coixet. La controvertida directora, uno de esos personajes públicos a los que uno ama odiar, repite en el género terrorífico después de Escuchando al juez Garzón, y todavía con peor fortuna. Que Coixet es una de las directoras sobre la faz de la tierra menos apropiadas para dirigir una cinta así no se le escapará a nadie, y menos después de contemplar ese final que la cineasta cambió del best-seller que adapta para rematar lo que no puede calificarse de otra forma que de chapuza de campeonato.

1. LUCY, de Luc Besson. Un director de prestigio batiendo todos los récords de ridiculez cinematográfica sin prejuicio ninguno. Han inventado una nueva droga que, en contacto con el organismo, aumenta gradualmente la capacidad cerebral. Sin duda, tal droga la habría necesitado Besson antes de abordar este sonrojante tebeo con una Scarlett Johansson impecable en su estolidez, una yakuza que parece sacada de un vídeo-clip de estrella Disney y un cineasta decidido a chotearse de la lógica cinematográfica y general convirtiéndose en el mayor motivo de choteo. Si no, contemplad el final con el mensaje de texto I AM EVERYWHERE: ni como broma tendría gracia.

Y, aunque no han sido estrenadas, otras dos que se merecen figurar en esta actualización y en cualquier lista que se precie son The wedding pact, probablemente la peor comedia romántica jamás realizada con la hermana de Hilary Duff, Haylie, luciendo (espantoso) palmito, y Machete Kills, una secuela de Robert Rodríguez que aburrió incluso a los más incondicionales.

Afortunadamente, cambio de tercio para la próxima actualización y hablo de la extraordinaria Birdman.

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LOS 10 MEJORES ESTRENOS DE 2014

Como siempre, un preámbulo brevísimo: en estos tiempos de cierre de webs y detenciones de sus creadores fomentadas, al menos en España, por unos políticos entre los que campa la corrupción generalizada, tengo que tener mucho cuidado –a la vez que rebuscar lo suyo- con los enlaces. Y no incluyo los de las películas del décimo y noveno puesto por intervención directa en este blog de su distribuidora en este país La Aventura. El del octavo puesto simplemente no es posible encontrarlo aún en la Red. 

10. THE KINGS OF SUMMER, de Jordan Vogt-Roberts. El prácticamente debutante Vogt-Roberts pone en pie esta deliciosa fantasía sobre tres adolescentes que edifican una cabaña en plena naturaleza para escapar de sus entornos familiares, fantasía al borde del realismo mágico y con muchas reminiscencias del cine ochentero y también del actual. Sorprendente, emocionante y llena de matices.

9. UPSTREAM COLOUR, de Shane Carruth. Diez años después de su opera prima, el matemático Shane Carruth realiza un filme radicalmente distinto a todo lo visto este año y también a otros. Con un minucioso y sorprendente montaje, el poco prolífico realizador se próxima a la escritura automática. Que a nadie le quepa duda de que produce extrañeza en vez de emoción, pero a la vez se trata de un esfuerzo titánico y sin duda meritorio por expresarse en un lenguaje audiovisual diferente.

8. EL PEOR DIOS, de Alex Montes, Daniel Arasanz y Nicolás Tarela. Siempre he pensado que la historia de Los Desechables daba para una película de ficción: su guitarrista acabó perdiendo la vida en un atraco a una joyería que perpetró él mismo con una pistola de juguete. En vez de eso, estos tres jóvenes directores, con muy pocos medios y mucha colaboración de los Desechables vivos, realizan un documental que hasta ahora resulta el mejor retrato del malditismo que este bloguero haya visto jamás en una pantalla. Imprescindible para amantes de la música, del documental musical y también del cine en general.

7. THE ZERO THEOREM, de Terry Gilliam. El ex-Monty Python vuelve al terreno de la distopía futura y sepulta un mensaje eminentemente fatalista en una avalancha de imágenes barrocas que nunca dejan de asombrar. Más Gilliam que nunca. Genio y figura, al fin y al cabo. Entre los actores destaca un Christoph Waltz que ni ha estado ni estará nunca mejor.

6. SUEÑO DE INVIERNO (WINTER SLEEP), de Nuri Bilge Ceylan. El realizador de Érase una vez en Anatolia gana la Palma de Oro en Cannes con esta otra película larguísima donde el lirismo se alterna con una ferocidad a la hora de retratar al ser humano que remite a Bergman. Los 40 minutos finales y las secuencias de la discusión del protagonista con su hermana y su joven esposa suponen una lección de Cine con mayúsculas. Por una vez, este blog se pone de acuerdo con el jurado del célebre festival.

5. BOYHOOD, de Richard Linklater. Este largo y por lo visto costoso proyecto, tanto en lo artístico como en lo económico, supone la obra maestra del director de Antes del amanecer. Y aunque personalmente jamás me he contado entre sus seguidores, no puedo dejar de reconocerle la grandeza a este intento por reflejar la vida de la forma más (aparentemente) sencilla y fidedigna posible, que nos obliga a mirar de soslayo la nuestra. Titánica e indiscutible.

4. EL SUEÑO DE ELLIS, de James Gray. Gray se afianza definitivamente como maestro del melodrama contemporáneo –aparte del policiaco- con este filme de época que se crece en su segunda parte con el retrato del triángulo amoroso de sus tres protagonistas, entre los que descuellan un Joaquín Phoenix y una Marion Cotillard que merecerían todos los premios de interpretación existentes. Contiene el plano final más redondo y hermoso de todo el cine de 2014.

3. LA VENUS DE LAS PIELES, de Roman Polanski. El octogenario realizador adapta la obra teatral de David Ives que a su vez adaptaba el libro homónimo del barón Von Masoch. Dos personajes, un único escenario, un torrente irrefrenable de erotismo malsano y perverso, una Emmanuelle Seigner que jamás volverá a estar tan bella ni provocativa y una de las mejores películas del maestro.

2. ADIÓS AL LENGUAJE, de Jean-Luc Godard. 70 minutos absolutamente provocadores e iconoclastas que uno de los padres de la Nouvelle Vague concibió en 3D, aunque en España no hayamos podido verlos aún en este formato. Una continuación y superación de Film Socialisme que no deja indiferente y en los que Godard plasma una coherencia absoluta con su trayectoria, a la vez que unos deseos de experimentación y rupturismo más propios de un veinteañero.

1. BEGIN AGAIN, de John Carney. Obra magna del realizador de Once y película, aunque no coral, que sí logra un retrato colectivo mucho más ambicioso de lo que seguramente Carney pretendía. Habla de casi todo: del amor, del desamor, del deterioro de las relaciones, de la madurez, de la creación artística, de las segundas oportunidades, de la educación de los hijos, de la vida urbana y mil cosas más. Junta a Cassavetes con la Nouvelle Vague y al Woody Allen de los mejores tiempos con el mumblecore. Contiene una banda sonora extraordinaria y unos primeros planos de una actriz protagonista (Keira Knightley) tan expresivos, fundamentales y verdaderos que me remitieron -y perdóneseme la blasfemia cinéfila-, al Dreyer de La pasión de Juana de Arco. Pretendida o no da lo mismo, pero se trata de una auténtica, luminosa y esperanzadora obra maestra.

Y hablando también de estrenos de 2014 en DVD, no-estrenos y filmes que se quedan de aspirantes a este top ten, no puedo dejar de mencionar La voz de una generación, Svengali, Las aventuras de Peabody y Sherman, Río 2, Locke, Two Night Stand (esta no la enlazo porque hablaré de ella más adelante), Ahí os quedáis, Sharknado 2, About Alex, Are You Here, Oculus, Palo Alto, Dos madres perfectas, El gran hotel Budapest, Dallas Buyers Club, Amor sin control, Agosto y CBGB. Este breve apartado, que un amigo mío llamó “la pedrea”, daría para varias listas más…

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LAS 15 MEJORES CANCIONES DE 2014

Y perdonen los lectores más puristas que haya escrito “canciones” en vez de “temas” en aras de las visitas. Con este segundo y último ranking dejamos la música de momento y nos volvemos a centrar en el cine (aun así, he tenido que dejarme cosas fuera…).

15. SIMPLE MINDS: MIDNIGHT WALKING
Al igual que Echo & The Bunnymen, otro famoso grupo de mediados de los 80 saca nuevo disco. Sin igualar los resultados de los Bunnymen, los de Jim Kerr cuelan más de un temazo que, por cierto, suena bastante actual dentro de los habituales parámetros del grupo:

14. BATTLE LINES: COLONIES
Este cuarteto británico que aún no ha debutado en el larga duración ha creado el medio-tiempo perfecto de Post-Punk: delicado, decadente y con un leve encanto mágico:

13. HAUNTED HEARTS: UP IS UP (BUT SO IS DOWN)
Grupo paralelo de las Dum Dum Girls y los Crocodiles, en primavera no dejó de sonar obsesivamente en mi cabeza su tema de presentación, que a mí recuerda poderosamente a los primeros Dandy Warhols:

12. ASTEROIDS GALAXY TOUR: ROCK THE RIDE
A pesar de que el tercer álbum del colorido grupo danés puede considerarse, en conjunto, el más flojo de su producción, Rock the ride queda como uno de sus hits más soberbios, de los que pone a bailar y una sonrisa en la cara al instante, y no pretende otra cosa:

11. STARS: NO ONE IS LOST
En un estilo mucho más electrónico de lo que nos tenía acostumbrados, el quinteto canadiense también realiza su fundamental aportación del año a las pistas de baile indies:

10. CHRISSIE HYNDE: DARK SUNGLASSES
El segundo álbum en solitario de Hynde se presentó con esta historia de un gigoló en la línea de los últimos –y nada desdeñables- Pretenders. Estribillo soberbio firmado al alimón por la cantante y uno de los Peter, Bjorn and John:

9. MISTY MILLER: TAXI CAB
La respuesta femenina a Jake Bugg (de hecho, hicieron una gira juntos). Una diecinueveañera londinense que combina la energía de su juventud con la influencia de Patti Smith o PJ Harvey. Lástima que esté tan obsesionada con los zombis…

8. FEVER THE GHOST: CALICO
Y el premio al vídeo más bizarro del año se lo llevan estos californianos seriamente perturbados que de momento cuentan con un único EP en la calle. A mí me suenan como una versión lisérgica de los primeros MGMT:

7. AVRIL LAVIGNE: HELLO KITTY
La que fue ídolo de adolescentes rebeldes a principios de siglo demuestra una capacidad para la reinvención casi ejemplar: Hello Kitty se atreve con el Dubstep, y hay quien se atrevió a llamar racista a la cantante por este vídeo:

6. THE PRETTY RECKLESS: HEAVEN KNOWS
La actriz famosa por Gossip Girl Taylor Momsen se desnudó para la cubierta del segundo álbum de su grupo de Hard-Rock, si bien algo irregular, con temas tan rotundos como este. ¿El tema con coro infantil más cool de toda la Historia del Rock?

5. RUMER: DANGEROUS
La cantautora británica actualiza la discusión de si tiene mérito hacer un hit casi perfecto pero totalmente anclado en el pasado. Dangerous podría haber sido un rompepistas en el Studio 54 y la envidia de cualquiera de las divas Disco de la época. Habrá quien pueda alegar que llega 35 años tarde, pero seguro que mientras lo hace no puede parar los pies:

4. JOHNNY MARR: EASY MONEY
El que siempre estuvo a la sombra del divo Morrisey en los míticos Smiths, este año le supera al menos en lo que a singles se refiere. Easy money es casi perfecto: bailable, de pegada inmediata, producción muy pulida y una letra sobre la supremacía del vil metal para sentirse reivindicativo y no culpable. Lástima que el resto del álbum no esté a la altura…

3. EX COPS: WHITE NOISE
Al mejor grupo indie neoyorquino de los últimos años junto con Field Mouse ya lo mencioné en la lista de mejores discos del año pasado. Ahora regresan con un hit donde su música se enriquece con toques de Electro-Pop y un estribillo paroxístico de los que dispara la serotonina al máximo. Deja sin resuello, pero a saber si es también en parte por el físico de Amalie Bruun…

2. KASABIAN: EEZ-EH
Pero si hay un grupo que ha sabido saltar de su estilo habitual a la diversión pura es Kasabian. Afirmar que nadie se esperaba de ellos esta genialidad entre los Primal Scream del Xtrmntr y el más puro Hooligan House es señalar lo obvio. Infalible para que los ánimos no decaigan en el macrofestival o la discoteca indie de turno. ¿Aguantará más allá de 2014?

1. TEARS FOR FEARS: MY GIRLS
Y el que he elegido como cabeza del ranking tiene un poco de todo lo dicho anteriormente: se trata de un dúo para nostálgicos de los 80 pasándose por la piedra un hit de Animal Colletive que prácticamente no recordaba nadie. El resultado mejor no lo mancho con adjetivos. Escuchadlo una y otra vez:

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LOS DIEZ MEJORES DISCOS DE 2014

Al final he decidido dar continuidad a estas listas de mejores discos del año que inicié el pasado, para alternar un poco la temática de cine con la musical. Habrá una segunda parte con las mejores canciones del año. Incluyo enlaces de descarga siempre que el grupo sea lo suficientemente grande como para que no le afecte la piratería; si no, incluyo el enlace de su Bandcamp, Mixcloud o similar (no Spotify por si no tenéis instalado ese coñazo de programita, y con la excepción de David Myhr).

 

10. THE PRIMITIVES: SPIN-O-RAMA

Y vuelve el mítico grupo de mediados de los 80, aquellos del famoso Crash, retomando el asunto donde lo habían dejado, porque este es su primer larga duración con nuevo material desde aquellos tiempos, cuando The Jesus And Mary Chain se cruzaron en su camino de continuadores de Blondie. Spin-O-Rama refleja todo aquello, aparte de una influencia sixtie cada vez más acusada, la cual explicitaron en su anterior disco de versiones Echoes and Rhymes. Hay temas tan soberbios como el que da título al disco, el ya conocido Lose the reason, una joya del Freakbeat moderno como Follow The Sun Down o el powerpopero Petals. A pesar de tratarse de un álbum irregular y que sabe a poco, los de Tracy Tracy demuestran una sabiduría muy por encima de la media a la hora de hacer Pop.

9. LA ROUX: TROUBLE IN PARADISE

Que Elly Jackson y Ben Langmaid, alias La Roux, por el estilo de música que practican, podrían ser coetáneos de Bananarama, Mandy Smith o la Madonna del True Blue no solo lo saben, sino que lo explotan. Después de la larga espera desde su brillante álbum de debut homónimo allá por 2009, comprobamos que Trouble in paradise sigue exactamente la misma línea, con sus altas y sus bajas, con sus temas que se aceleran y deceleran, y con algunos hits para la posteridad: Uptight downtown (con referencias guitarreras a Bowie), Kiss and not tell y la incontestable Sexotheque encabezarían el pelotón. Un disco del que no es fácil cansarse, y menos si uno no vivió los 80 y todo esto le pilla de nuevas.

8. TACOCAT: NVM

Muy jóvenes y procedentes de Seattle, el cuarteto de tres chicas y un chico Tacocat practican un Punk-Bubblegum divertido, pegadizo y relleno de melodías y estribillos como lo estaría una piñata de chuches. ¿Sus letras? Lo mismo hacen el hit del verano sobre una chica a la que se le fastidia un día de playa por la regla (Crimson wave), que se burlan de la actitud anarquista del Punk (This is Anarchy), o que describen las vivencias de una adolescente sixtie pronunciando un poquito de español (Psychedelic Quinceañera). Rejuvenecen, hacen tararear y ponen inmediatamente una sonrisa en la cara.

NOTA: Tacocat visitaron Madrid hace muy poco y tuve la suerte de conocerles brevemente y hasta de ejercer de Dj después de su actuación en la sala Wurlitzer. Un lujo (dejo foto).

7. DUM DUM GIRLS: TOO TRUE

Al igual que el NVM de Tacocat, Too true se puede escuchar muchas veces seguidas sin temor al aburrimiento, y al igual que La Roux, las Dum Dum Girls no ocultan sus influencias ochenteras, aunque las conjuguen con las de su sello Sub Pop y similares. Así, Too True puede recordar desde a la primera Siouxsie (Rimbaud eyes) hasta a las Pandoras (Cult Of Love) pasando por las Riot Grrrls (In the wake of you, Little minx) o por el Pop ruidista más lo-fi y noventero (Lost Boys and Girls Club).Resulta casi ejemplar a nivel compositivo, aparte de un homenaje al buen gusto musical y lo cool. Ellas cantan “demasiado verdadero para ser bueno”, pero a veces este tercer trabajo del cuarteto parece demasiado bueno para ser cierto.

6. FEAR OF MEN: LOOM

Volvemos al Reino Unido para el primer disco de debut de la lista. De breve y reciente paso por nuestro país gracias al Primavera Club, el trío Fear Of Men ya contaba con una pequeña legión de seguidores que esperaba ansioso este primer álbum. Pop límpido, preciosista y también pesimista, muy marcado por la personalidad vocal de su muy atractiva cantante Jessica Weiss. Como anécdota, se trata de uno de los pocos discos editados este año también en formato casete.

5. DAVID MYHR: SOUNDSHINE

El líder de los Merrymakers, grupo de culto en la escena Powerpop, posee influencias mucho más clásicas que todos los anteriores, desde Joe Jackson o Elvis Costello hasta los Beach Boys o incluso los Beatles psicodélicos, a los que el músico homenajea de modo ejemplar con Ride along. Las melodías de Soundshine, disco de desbordante optimismo para estos tiempos de bajona, no desmerecen de las de ninguno de los susodichos, a la vez que quedan apuntaladas por una muy nórdica perfección instrumental y de producción. Merecería muchísima mejor suerte. Un pequeño clásico moderno.

4. FIELD MOUSE: HOLD STILL LIFE

Dúo de Brooklyn ampliado ahora a cuarteto, Field Mouse poseen una actitud eminentemente hipster y practican un cruce entre Dream-Pop y Shoegaze de clara raigambre noventera. Hold still life acusa alguna deficiencia de producción, probablemente debida al bajo presupuesto, pero apenas alguna de inspiración. Guitarrazos, pasajes de ruido y distorsiones, estribillos que parecen robados a las Breeders o a los Pixies y unas irresistibles letras de paranoia urbanita y traumas adolescentes. No dudéis que son los mejores en lo suyo. Presumid de que los habéis descubierto antes de que se hagan más conocidos.

3. ECHO & THE BUNNYMEN: METEORITES

Diez temas monolíticos en los que el habitual Pop épico del grupo se empapuza de psicodelia a la vez que se tiñe de nostalgia. Un denso y lisérgico flash-back a los tiempos de Ocean Rain. El mejor disco del grupo desde los 80.

 

2. ROYAL BLOOD: ROYAL BLOOD

A estas alturas, casi todo el mundo conoce ya la historia de este dúo de Brighton encumbrado por los Arctic Monkeys que ha conseguido, con apenas una guitarra y un bajo, sonar como toda una súper-banda. Su disco es el de debut más vendido en el Reino Unido en los últimos tres años, y se puede entender por qué: parece más bien un grandes éxitos que un primer álbum. Sin concesiones o tentación de variedad, Kerr y Thatcher se despachan temazo tras temazo hasta la decena mientras hacen alarde de unas influencias que van desde los White Stripes y Queens Of The Stone Age hasta Led Zeppelin. Indie-Rock contundente y testosterónico que constituye lo que las nefandas revistas de tendencias llaman un must.

1. PINK FLOYD: THE ENDLESS RIVER

El ínclito Julián Ruiz ha definido este disco, probablemente el último en la carrera del grupo, como “ríos que fluyen desde el Himalaya, almas que se abren al cosmos y padres que llevan a los niños al cole en un 4×4 y esperan mantener la calma”. Sin el fallecido Rick Wright ni Roger Waters, y retomando las cintas de un viejo proyecto denominado The Big Spliff a las que se ha añadido nueva instrumentación, The endless River supone un disco de despedida con lo mejor y lo peor de los Floyd. Una obra megalómana donde lo emocionante se abraza con lo cargante y lo profundo con lo prosaico. Dieciocho temas, solo uno de ellos cantado, que a la vez que retrotraen a los tiempos de Dark side of the moon y Wish you were here sirven perfectamente de despedida y cierre. Un pedacito de Historia del Rock que en mi opinión no debería perderse nadie mínimamente interesado en ella.

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