Al final he decidido dar continuidad a estas listas de mejores discos del año que inicié el pasado, para alternar un poco la temática de cine con la musical. Habrá una segunda parte con las mejores canciones del año. Incluyo enlaces de descarga siempre que el grupo sea lo suficientemente grande como para que no le afecte la piratería; si no, incluyo el enlace de su Bandcamp, Mixcloud o similar (no Spotify por si no tenéis instalado ese coñazo de programita, y con la excepción de David Myhr).

 

10. THE PRIMITIVES: SPIN-O-RAMA

PrimitivesY vuelve el mítico grupo de mediados de los 80, aquellos del famoso Crash, retomando el asunto donde lo habían dejado, porque este es su primer larga duración con nuevo material desde aquellos tiempos, cuando The Jesus And Mary Chain se cruzaron en su camino de continuadores de Blondie. Spin-O-Rama refleja todo aquello, aparte de una influencia sixtie cada vez más acusada, la cual explicitaron en su anterior disco de versiones Echoes and Rhymes. Hay temas tan soberbios como el que da título al disco, el ya conocido Lose the reason, una joya del Freakbeat moderno como Follow The Sun Down o el powerpopero Petals. A pesar de tratarse de un álbum irregular y que sabe a poco, los de Tracy Tracy demuestran una sabiduría muy por encima de la media a la hora de hacer Pop.

9. LA ROUX: TROUBLE IN PARADISE

LaRouxQue Elly Jackson y Ben Langmaid, alias La Roux, por el estilo de música que practican, podrían ser coetáneos de Bananarama, Mandy Smith o la Madonna del True Blue no solo lo saben, sino que lo explotan. Después de la larga espera desde su brillante álbum de debut homónimo allá por 2009, comprobamos que Trouble in paradise sigue exactamente la misma línea, con sus altas y sus bajas, con sus temas que se aceleran y deceleran, y con algunos hits para la posteridad: Uptight downtown (con referencias guitarreras a Bowie), Kiss and not tell y la incontestable Sexotheque encabezarían el pelotón. Un disco del que no es fácil cansarse, y menos si uno no vivió los 80 y todo esto le pilla de nuevas.

8. TACOCAT: NVM

TacocatMuy jóvenes y procedentes de Seattle, el cuarteto de tres chicas y un chico Tacocat practican un Punk-Bubblegum divertido, pegadizo y relleno de melodías y estribillos como lo estaría una piñata de chuches. ¿Sus letras? Lo mismo hacen el hit del verano sobre una chica a la que se le fastidia un día de playa por la regla (Crimson wave), que se burlan de la actitud anarquista del Punk (This is Anarchy), o que describen las vivencias de una adolescente sixtie pronunciando un poquito de español (Psychedelic Quinceañera). Rejuvenecen, hacen tararear y ponen inmediatamente una sonrisa en la cara.

NOTA: Tacocat visitaron Madrid hace muy poco y tuve la suerte de conocerles brevemente y hasta de ejercer de Dj después de su actuación en la sala Wurlitzer. Un lujo (dejo foto).

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7. DUM DUM GIRLS: TOO TRUE

DumDumAl igual que el NVM de Tacocat, Too true se puede escuchar muchas veces seguidas sin temor al aburrimiento, y al igual que La Roux, las Dum Dum Girls no ocultan sus influencias ochenteras, aunque las conjuguen con las de su sello Sub Pop y similares. Así, Too True puede recordar desde a la primera Siouxsie (Rimbaud eyes) hasta a las Pandoras (Cult Of Love) pasando por las Riot Grrrls (In the wake of you, Little minx) o por el Pop ruidista más lo-fi y noventero (Lost Boys and Girls Club).Resulta casi ejemplar a nivel compositivo, aparte de un homenaje al buen gusto musical y lo cool. Ellas cantan “demasiado verdadero para ser bueno”, pero a veces este tercer trabajo del cuarteto parece demasiado bueno para ser cierto.

6. FEAR OF MEN: LOOM

FoMVolvemos al Reino Unido para el primer disco de debut de la lista. De breve y reciente paso por nuestro país gracias al Primavera Club, el trío Fear Of Men ya contaba con una pequeña legión de seguidores que esperaba ansioso este primer álbum. Pop límpido, preciosista y también pesimista, muy marcado por la personalidad vocal de su muy atractiva cantante Jessica Weiss. Como anécdota, se trata de uno de los pocos discos editados este año también en formato casete.

5. DAVID MYHR: SOUNDSHINE

DMEl líder de los Merrymakers, grupo de culto en la escena Powerpop, posee influencias mucho más clásicas que todos los anteriores, desde Joe Jackson o Elvis Costello hasta los Beach Boys o incluso los Beatles psicodélicos, a los que el músico homenajea de modo ejemplar con Ride along. Las melodías de Soundshine, disco de desbordante optimismo para estos tiempos de bajona, no desmerecen de las de ninguno de los susodichos, a la vez que quedan apuntaladas por una muy nórdica perfección instrumental y de producción. Merecería muchísima mejor suerte. Un pequeño clásico moderno.

4. FIELD MOUSE: HOLD STILL LIFE

FMDúo de Brooklyn ampliado ahora a cuarteto, Field Mouse poseen una actitud eminentemente hipster y practican un cruce entre Dream-Pop y Shoegaze de clara raigambre noventera. Hold still life acusa alguna deficiencia de producción, probablemente debida al bajo presupuesto, pero apenas alguna de inspiración. Guitarrazos, pasajes de ruido y distorsiones, estribillos que parecen robados a las Breeders o a los Pixies y unas irresistibles letras de paranoia urbanita y traumas adolescentes. No dudéis que son los mejores en lo suyo. Presumid de que los habéis descubierto antes de que se hagan más conocidos.

3. ECHO & THE BUNNYMEN: METEORITES

EchoDiez temas monolíticos en los que el habitual Pop épico del grupo se empapuza de psicodelia a la vez que se tiñe de nostalgia. Un denso y lisérgico flash-back a los tiempos de Ocean Rain. El mejor disco del grupo desde los 80.

 

2. ROYAL BLOOD: ROYAL BLOOD

RBA estas alturas, casi todo el mundo conoce ya la historia de este dúo de Brighton encumbrado por los Arctic Monkeys que ha conseguido, con apenas una guitarra y un bajo, sonar como toda una súper-banda. Su disco es el de debut más vendido en el Reino Unido en los últimos tres años, y se puede entender por qué: parece más bien un grandes éxitos que un primer álbum. Sin concesiones o tentación de variedad, Kerr y Thatcher se despachan temazo tras temazo hasta la decena mientras hacen alarde de unas influencias que van desde los White Stripes y Queens Of The Stone Age hasta Led Zeppelin. Indie-Rock contundente y testosterónico que constituye lo que las nefandas revistas de tendencias llaman un must.

1. PINK FLOYD: THE ENDLESS RIVER

PinkEl ínclito Julián Ruiz ha definido este disco, probablemente el último en la carrera del grupo, como “ríos que fluyen desde el Himalaya, almas que se abren al cosmos y padres que llevan a los niños al cole en un 4×4 y esperan mantener la calma”. Sin el fallecido Rick Wright ni Roger Waters, y retomando las cintas de un viejo proyecto denominado The Big Spliff a las que se ha añadido nueva instrumentación, The endless River supone un disco de despedida con lo mejor y lo peor de los Floyd. Una obra megalómana donde lo emocionante se abraza con lo cargante y lo profundo con lo prosaico. Dieciocho temas, solo uno de ellos cantado, que a la vez que retrotraen a los tiempos de Dark side of the moon y Wish you were here sirven perfectamente de despedida y cierre. Un pedacito de Historia del Rock que en mi opinión no debería perderse nadie mínimamente interesado en ella.

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